Puerto espejo, un aliado a veces olvidado.

Como hemos hablado en otras ocasiones, poco a poco se va extendiendo el uso de protocolos industriales basados en tecnología Ethernet en lugar de los tradicionales serie. Esto, si bien permite otra manera de interconexión, también abre nuevas posibilidades en la denominada Industria 4.0. Sin embargo, obliga a tomar cierto tipo de medidas en cuanto a Ciberseguridad se refiere ya que los dispositivos y sistemas que intervienen en los procesos de control y automatización no sólo comienzan a estar más expuestos sino que son susceptibles de sufrir los mismos problemas con ciertos agravantes.

No obstante, aunque se trate de comunicaciones Ethernet, los equipos de networking industrial no sólo conservan funcionalidades tradicionales, sino además otras propias de estos entornos como MRP en contraposición a STP, Spanning Tree Protocol.

Una que puede sernos de mucha utilidad, sin menospreciar a otras tantas, es la de “Port Mirroring” o Puerto Espejo. Esto es, la capacidad de un Switch para poder replicar el tráfico que pasa por dos o más puertos y enviarlo por un tercero. Para entender mejor este concepto haré un repaso sobre cómo funciona un switch. Aunque sea algo bastante obvio para Técnicos de Comunicaciones o Administradores, seguramente no lo sea tanto para otros de Mantenimiento o Ingenieros de Procesos.

Esquema_01

Pongamos un ejemplo con dos equipos llamados “HMI” y “PLC”. Para comunicarse el equipo “HMI” con el “PLC” deberá conocer la IP del de “destino” y, al darse cuenta que está dentro de su misma red, deberá obtener entonces la MAC de éste. Para ello echará mano del protocolo ARP. El protocolo ARP permite conocer la dirección MAC de un equipo a partir de una IP conocida. Por tanto, si “HMI” no la tiene almacenada en su caché ARP  deberá realizar un ARP request. Es decir, preguntará a toda su red sobre cuál es la MAC del equipo con IP XXX.XXX.XXX.XXX. En este caso la dirección MAC de destino será ff:ff:ff:ff:ff:ff, un broadcast de capa 2. Todos los equipos la recibirán y la procesarán pero sólo el que tenga la IP por la cual se pregunta contestará con un ARP Replydiciendo “–La MAC de la IP XXX.XXX.XXX.XXX es XX:XX:XX:XX:XX:XX. Conocida por “HMI” tanto la IP y MAC de “destino”, se producirá la comunicación. Si por el motivo que sea no se conocen algunos de estos campos, la comunicación no se produce.

Así pues, un Switch, a diferencia, de los Hubs introduce un nivel de “inteligencia”. Un switch contiene una tabla, denominada CAM (Content-Addresseable Memory) en la cual se incluyen las direcciones MAC de cada uno de los equipos conectados a los distintos puertos del switch. Para realizar las tareas de conmutación, acudirá a ella para saber por cuál de ellos deberá enviar el tráfico en función de la MAC de destino. Esta asignación de direcciones MAC podrá hacerse de forma dinámica o manual. La forma manual implica que el administrador asigne a cada puerto del switch la MAC del equipo conectado; mientras que la forma dinámica se basa en que por cada trama que ingrese por cada boca del switch, éste mirará la MAC de origen y la incluirá en la CAM. Pasado cierto tiempo, si no se recibe tráfico se borrará dicho registro. Así, a la hora de efectuar la comunicación, los switches se fijarán en la MAC de destino, consultarán dicha tabla para saber por qué puerto deben enviarla y la “despacharán”.

Ahora bien, si por distintas razones necesitásemos conocer el tráfico que pasa en entre “HMI” y “PLC”, no podríamos conseguirlo ya que el switch sólo conmuta el tráfico por los puertos involucrados. Aquí es donde aparece el concepto de “Port Mirroring” o “Puerto Espejo”. Mediante esta funcionalidad lo que conseguimos es que el switch haga una copia de dicho tráfico y lo envíe por un tercer puerto. ¿Con qué finalidad? Por ejemplo, si en este último conectamos un analizador de tráfico, podremos estudiar todo aquello que suceda entre “HMI” y “PLC” y detectar posibles anomalías sin interferir entre el flujo de comunicaciones. Obviamente el switch tiene que tener esta capacidad para hacerlo, sino… no hay nada que hacer.

Si bien las tasas de transferencia en entornos OT son menores que en entornos IT, esto no quita que debamos tener presente algunas consideraciones. Por ejemplo, si las comunicaciones son Full-Duplex (enviar y recibir a la vez) y el enlace es de 100 Mbps, el tráfico que puede llegar a recibir un equipo es de 200 Mbps, 100 Mbps para enviar y otros 100 Mbps para recibir. Si el enlace del puerto espejo es también a 100 Mbps el consumo de ancho de banda entre “HMI” y “PLC” no puede ser superior al 50%, ya que estaríamos superando la capacidad del mismo. O bien, que sea de una velocidad inferior, por ejemplo, a 10 Mbps. En esos casos, el switch descartaría paquetes con lo que el tráfico capturado no se correspondería con la realidad. Aparte, claro está, de la carga computacional que supone para la CPU del propio switch la copia de las tramas. A esto hay que sumar otras limitaciones que cada fabricante pueda considerar en sus productos.

Sin duda es un buen recurso, pero como comento, hay que tener en cuenta algunos aspectos técnicos.

A continuación, pondré ejemplos sobre su implementación en equipos. En la siguiente imagen se muestra una captura de la configuración de un switch Mikrotik RouterBoard 260GS, el cual dispone de 5 puertos RJ-45 10/100/1000 + 1 SFP.

Según cómo está configurado, estaríamos haciendo una copia del tráfico tanto saliente como entrante del puerto 1 que es dónde en teoría habría conectado un PLC y la enviaríamos por el puerto 2 donde conectaríamos un sniffer que lo recogería para un posterior análisis. Un clásico de este tipo de funciones es el archiconocido Wireshark. También podríamos seleccionar sólo uno de los sentidos, o bien el saliente o entrante según sean nuestras necesidades.

Lo cierto es que ese dispositivo resulta de mucha utilidad ya que por su pequeño formato puede ser utilizado en tareas sobre equipos finales como supervisión, diagnóstico, troubleshooting, etc. Aparte, al disponer de un módulo SFP podremos conectarlo a enlaces de fibra o par de cobre.

Ya sobre equipos de red tradicionales, podemos poner un ejemplo con switches Cisco. La funcionalidad la recoge este fabricante como puerto SPAN (Switched Port Analyzer). Aquí las posibilidades, como es lógico, son mayores y pasamos a la interfaz de consola. Podéis encontrar más información en este enlace.

Hasta ahora hemos visto switches “tradicionales”, sin embargo otros específicos de entornos OT también poseen esta funcionalidad como los muestra SIEMENS en este enlace y de donde se extraen las siguientes imágenes.

Sin embargo esto no es exclusivo de equipos de networking. Por ejemplo, el fabricante Fortinet la incluye en sus dispositivos. A continuación se muestran capturas sobre un FortiWifi 60D con versión de FortiOS 5.4.5. Como podemos ver la forma de acceder a ella es a través del apartado de “Interfaces”.

En mi caso “HW_SW_01”, y ya en su configuración veremos el campo correspondiente:

Como vemos el criterio es similar, interfaz a monitorizar y a hacia cuál queremos enviar la copia de los paquetes. Haciendo una prueba, he conectado en el puerto “internal1” un servidor Modbus (10.10.10.100) y desde el puerto “internal2” (10.10.10.200) el cliente desde cual hacer las lecturas. Finalmente, un equipo con Wireshark en el puerto “internal3” donde capturar el tráfico.

Un caso de uso podría ser en un equipo donde se le aplique una estrategia de “Virtual Patching” y necesitemos saber qué es lo que está sucediendo desde, hacia, él. Hace tiempo escribí a este respecto, os dejo los enlaces:

Hasta aquí la entrada de hoy con la que espero hayáis podido descubrir una nueva funcionalidad de vuestros equipos. Puede que escondida, pero seguro de utilidad en un futuro. Las aplicaciones pueden ser varias, espero poder escribir sobre alguna de ellas. Sólo falta tiempo.

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Edorta

Controlando nuestros Proveedores, Parte II.

Hola de nuevo. Siguiendo con la entrada anterior “Controlando nuestros Proveedores, Parte I” en el día de hoy vamos a ver la manera en cómo trabaja el binomio FortiGate + FortiClient.

Si bien la protección es en tiempo real, al hacer un análisis antivirus vemos la forma en la que detecta malware según la base de firmas del fabricante. Para ver su funcionamiento he dejado en el escritorio un fichero de EICAR.

No obstante, para que no fuese un típico ejemplo, también tenía una carpeta con el software incluido en el repositorio Pengowin y que desde aquí, dicho sea de paso, recomiendo dicho proyecto.

Viendo los logs:

en total fueron 55 detecciones:

Para terminar la desinfección es posible que se solicite un reinicio del sistema.

Como se puede ver, también en el escritorio tenía el simulador del protocolo S7 de SIEMENS, Snap7 del que hablaba en la entrada “Snap7 suite de PLCs y comunicaciones Siemens”. Al ejecutar el cliente para hacer una lectura del supuesto PLC, esto es “clientdemo.exe”, como el protocolo “ICMP” y “S7 Protocol” no están permitidos vemos su bloqueo, al igual que otros relacionados con el sistema operativo.

Si actualizásemos el perfil del control de aplicación correspondiente, ya podríamos acceder al mismo, en la IP 192.168.0.1.

También disponemos de un “Filtro Web”, funcionalidad que no he utilizado pero también útil si necesitamos tener acceso a una interfaz Web. ¡Ojo! Hablo de equipos locales, no accesos a Internet.

Como decía en el post anterior es compatible con los “Security Profiles” configurables en cada una de las reglas del Firewall, con lo que a nivel de red también podríamos ejercer un control adicional. Configurar los perfiles de qué se puede ejecutar, o no, en un PC puede llegar a ser complejo y laborioso en función de cada proveedor. Con lo que llegado el momento, podríamos llegar a ser más permisivos en este sentido en cuanto a consentir toda la categoría “Industrial” o “Servicios de RED” y denegar “Botnet”, “Game”, “P2P”, etc. y luego apoyarnos en reglas y “Security Profiles” como indicaba en las entradas:

También destacar la visibilidad que podemos tener desde el Fortigate a la hora de monitorizar los FortiClients conectados y de si cumplen, o no, con las políticas establecidas. Para ello deberemos ir a “Monitor – FortiClient Monitor”.

Ya por último comentar que en este caso hemos hecho uso de un Firewall Fortigate para la gestión de los endpoint. Sin embargo, Fortinet dispone de un producto específico para la gestión de este software denominada FortiClientEMS (Enterprise Management Server) con lo que podremos realizar un control centralizado y una gestión más pormenorizada de todos ellos.  Aquí os dejo un video presentación y enlaces con información al respecto.

Integración de Fortigate y FortiClientEMS.

Como hemos visto nuestros proveedores pueden ser no sólo un punto de entrada sino también el origen de un problema mucho mayor. Los habrá que sean estrictos con el uso de sus equipos sin embargo, esto no es razón para pensar que nada malo pueda suceder. Los entornos industriales no son para nada similares a los de Oficina o IT tradicionales. Los ciclos de vida son mayores con lo que la posibilidad de encontrarnos con Sistemas Operativos y Hardware viejo u obsoleto, es bastante común. Con ello, falta de soporte del fabricante y vulnerabilidades incapaces de corregir, y aun existiendo parches, según actividad de la compañía, desarrollos de software propios, o cierre, hacen que muchas veces sea inviable. A esto hay que sumar la existencia de empresas proveedoras de servicios que necesitan conectarse a nuestras instalaciones para llevar a cabo las tareas para las cuales han sido contratadas, y que no hace posible desplegar su software sobre otro equipo de la organización en el que sí tenemos control y conocimiento de su estado.

Con esta entrega hemos visto cómo con los NGFW FortiGate y endpoint FortiClient podemos llevar a cabo un control y permitir qué equipos de terceros puedan conectarse a nuestra red. De esta manera reducimos los riesgos  de que algo, o alguien, pueda comprometer la disponibilidad de nuestras instalaciones. No pretende ser un manual, ni mucho menos, sino una visión sobre de qué manera podemos ejercer dicho control y supervisión.

Obviamente existen en el mercado otros fabricantes, con otras soluciones que de igual manera puedan satisfacer nuestras necesidades, pero resulta interesante ver esta en concreto por su integración junto con el hardware de red. Como hemos visto, desde hace relativamente poco tiempo, los fabricantes de equipos de control y automatización tipo SIEMENS, Phoenix Contact, entre otros, incluyen ya características relacionadas con la Ciberseguridad, cosa con los equipos más antiguos o bien, o no disponen o son débiles. Por tanto, delegar en la electrónica de red y seguridad perimetral aspectos de la seguridad sigue siendo un hecho que durará por mucho tiempo ya que la renovación de PLCs, Robots, o cualquier otro por motivos puramente de seguridad, no es una razón de peso o prioridad.

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Edorta

 

Controlando nuestros Proveedores, Parte I.

Hace unos días hablaba acerca de la necesidad de gestionar los proveedores externos e incluirlos en nuestras políticas de seguridad, claro está, orientadas a su actividad. Muy particularmente en grandes corporaciones, éstas se ven obligadas adquirir a terceros equipos, productos y servicios especializados para la actividad de la misma. Luego, cara a garantizar una respuesta o asesoramiento, firman contratos de soporte con el fin de obtener ayuda en caso de ser necesario. Como veíamos en la entrada “Proveedores Externos, posible punto de entrada…” ha de establecerse un procedimiento tanto administrativo como técnico que regule cómo han de conectarse y qué requisitos deben reunir sus equipos antes, durante y después de conectarse a nuestra red de control.

A diferencia del post que citaba anteriormente, hoy hablaré sobre cómo podemos controlar técnicamente dichos equipos. Es un ejemplo, obviamente no dará respuesta a todas las necesidades ni a todas las casuísticas que sin duda serán muy particulares dependiendo de tecnologías, industrias, equipos, actividad, o cualquier otro factor.

El objetivo será llevar a cabo un control sobre el PC de un proveedor que necesariamente ha de conectarse, sí o sí, a nuestra red OT para llevar a cabo tareas de soporte o mantenimiento. Estos PC contendrán el software necesario sin embargo, no tendremos ni su control, ni conocimiento alguno del estado de actualización de sistema operativo, aplicaciones; firmas antivirus (si las hubiera); vulnerabilidades; etc. etc. Habrá quien piense que una alternativa pueda ser instalar las herramientas en PCs de la propia organización sobre los que sí tendríamos aquello que ahora nos falta. No le quito razón, sin embargo, la realidad nos muestra una serie de inconvenientes:

  1. Coste de licenciamiento de Software. ¿Nueva instalación, nueva licencia? ¿reasignación de licencias?
  2. Necesidad de probar aplicaciones en PCs de la organización para garantizar pleno funcionamiento.
  3. Dada el ciclo de vida mayor, probabilidad de uso en Sistemas Operativos con distintas versiones.
  4. Desarrollo de herramientas a medida y bajo condiciones concretas, diferentes a los empleados en la organización.

Por tanto, con todo en contra, lo que sí podríamos hacer es obligar a nuestros proveedores a cumplir nuestras normativas y marcarles las vías de cómo hacerlo. De hecho, es algo que las políticas de seguridad deben contemplar. Me refiero a que una vez implementadas todas las herramientas y medidas, todo nueva sistema, instalación o equipo debe cumplir con aquello especificado para el nuevo “ciberseguro” escenario. Para algo lo hemos hecho, ¿no?

Para ello emplearemos la aplicación endpoint FortiClient de Fortinet con el que podremos identificar y remediar equipos vulnerables, o comprometidos, reduciendo así la superficie de ataque. Luego podremos integrarlo en otras soluciones del mismo fabricante, aspecto que no abordaremos en este post.

Para la Prueba de Concepto he creado el siguiente ejemplo:

Como vemos en la figura, un proveedor ha de conectarse a la red Control para llevar a cabo determinadas tareas. Tiene dedicada una VLAN con un direccionamiento 192.168.254.0/24 a la que deberán conectarse todos los equipos de proveedores. Así pues, todas las comunicaciones deberán pasar por el Firewall (NGFW) que bien podría ser el de Separación o de Segmentación dependiendo de cómo tenga definida la arquitectura la organización. Luego, en función de cómo configuremos el mismo, dejaremos pasar el tráfico necesario hacia la red 192.168.0.0/24, esto es, la de Control.

Para ello emplearé la versión 5.4.4 de FortiClient y un equipo FortiGate 61E con FortiOS 5.4.5.

Lo primero que deberemos hacer será definir una subred, VLAN para nuestros proveedores y que el Gateway, por ejemplo, sea el Fortigate.

En ella deberemos habilitar por un lado la detección de Dispositivos y el control de acceso basado en Forticlient. Ni qué decir que desde la red de proveedores no puede existir la posibilidad de acceso a los Firewalls….

El siguiente paso será definir qué Aplicaciones vamos a dejar permitir ejecutar a los proveedores en sus equipos. Para ello deberemos ir a “Security Profiles – Application Control” y definir uno con los parámetros que creamos convenientes. Os dejo dos entradas que os pueden orientar en las que hablaba de esto mismo:

Con ello listo, iremos a “Security Profiles – FortiClient Profiles” y crearemos el que a posteriori será el que se aplicará sobre los endpoints.

Allí deberemos especificar algunos parámetros como: la red sobre la que se aplicará, en nuestro caso la 192.168.254.0/24, “LAB_RED PROVEEDORES”; acción en caso de no cumplimiento, “Block – Warning – Auto-update”; el tipo de dispositivo, “ALL”; Versión mínima del software FortiClient, “5.4.1”; comportamiento del motor Antivirus, “Realtime Protection, Up-to-date signatures”; y por último el perfil de Firewall de Aplicación, el que hemos definido anteriormente, “LAB_APP-CONTROL_S7”.

Aquí quizás puede llevarnos a confusión el concepto de Control de Aplicación, pero que en este caso se aplica de dos maneras distintas. Una cosa es el Control de Aplicación que se  ejecuta sobre las aplicaciones del PC y que lo regula en el endpoint FortiClient; y otro distinto el que podemos aplicar sobre el tráfico de red en cada una de las reglas configuradas y definidas dentro de la columna “Security Profiles”.

Si en estos instantes alguien quisiera acceder a algún recursos de la red no podría ya que no cumple con los requisitos. Si por ejemplo abriésemos un navegador y pretenderíamos navegar aparecería el siguiente mensaje:

La instalación del endpoint es sencilla. Lo único que tendremos que tener en cuenta es realizar una instalación completa, en lugar de sólo la funcionalidad de VPN. Una vez finalizada se comenzará a descargar los distintos componentes.

Si abrimos el cliente veremos una pantalla con los distintos apartados del endpoint.  Si nos fijamos a “Firewall de Aplicación” veremos los “Overrides” autorizados relacionados con el protocolo S7.

Hasta aquí hemos visto la manera en la que configuramos, de forma resumida, todo lo necesario para comenzar a ejercer el control del que hablábamos. Con todo listo, será en la próxima entrada, cuando comprobemos los resultados y por tanto su eficiencia.

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